Conocido también como "Apus Tundunqueral", Se encuentra ubicado a siete kilómetros del paraje de Uspallata, para un grupo de aborígenes incaicos fue un lugar sagrado, donde en noches de luna llena las mujeres se reunían para celebrar rituales femeninos. Esta actividad quedó plasmada en pinturas rupestres o petroglifos y se encuentran en el más sureño de tres picos piramidales que se alinean en un eje norte-sur. En este lugar se puede encontrar una variedad de Jarilla no común en otros sitios de la región ya que sus hojas se orientan siempre de norte-sur y con la cara de las hojas mirando al este.
Éste sector ahora está protegido por el Cricyt, la Municipalidad de Las Heras y la Dirección de Patrimonio de la provincia. El guía del lugar, un bombero voluntario llamado Víctor, cuenta que los indios hurpes llegaban hasta allí para cargarse de energía, (esta versión puede no ser tan cierta ya que los huarpes jamás habitaron por éstos parajes).